¿Qué tienen en común la reproducción, la cicatrización de heridas, la formación de músculos y el crecimiento del cabello? ¡Todos ellos necesitan el mineral zinc para funcionar correctamente! Sin el zinc, las horas de ejercicio en el gimnasio serían una pérdida de tiempo total, la producción de esperma quedaría en segundo plano y el pelo no le crecería. Pero afortunadamente, el zinc está presente en cada célula de tu cuerpo, aunque no en cantidades suficientes para algunas personas.
El zinc cumple numerosas funciones, desde el crecimiento del cabello hasta el fortalecimiento del sistema inmunitario. ¡El zinc también nos permite ver bien!
Alimentos: las mejores fuentes de zinc incluyen las ostras, el edam, los huevos de gallina y las nueces. Nuestros intestinos pueden procesar el zinc de los alimentos de origen animal mejor que el de origen vegetal.
Causas de deficiencias de zinc: el deporte, el estrés y las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino conducen a fluctuaciones en el equilibrio de zinc. Las mujeres embarazadas y lactantes también pueden desarrollar una deficiencia de zinc si no compensan sus pérdidas con una mayor ingesta de zinc. Las personas que consumen solo alimentos vegetales tienden a consumir cantidades insuficientes de zinc.
Síntomas de deficiencias de zinc: si el cuerpo no recibe suficiente cantidad de zinc, pueden surgir problemas en la cicatrización de heridas y en la visión. La carencia de zinc también puede provocar diarrea y una mayor susceptibilidad a la infección.