En muchos países de Europa y parte de América, el número 13 es considerado de mala suerte, especialmente cuando se trata de un martes o de un viernes. El número 13 ha tenido connotaciones negativas en muchas culturas, principalmente vinculadas a la religión. Para los judíos, los espíritus malignos son 13. El cristianismo tiene tres malos augurios al respecto: trece eran los asistentes a la Última Cena, un viernes 13 se cree que Jesús fue crucificado y finalmente, el Anticristo aparece en el decimotercer capítulo del Libro del Apocalipsis.
Por otro lado, la asociación específica del martes 13 con la desgracia proviene de la divinidad romana que da nombre a este día: Marte, el señor de la guerra. La combinación del martes y el trece como una fecha de mala suerte provendría de la fusión de la tradición romana con la cristiana. Incluso en la mitología vikinga encontramos una referencia a la calamidad del número 13, ya que se asociaba a Loki, un dios traicionero y caótico, por lo que esta cifra se consideraba poco fiable. Finalmente, todas estas son supersticiones sin ningún fundamento científico, así que no hay nada de qué temer.