El origen del término, aunque no se sepa a ciencia cierta, se considera que proviene del escritor Billy Tucker, quien en uno de sus trabajos, el 15 de Mayo de 1920, para referirse a la ciudad de Los Ángeles escribió lo siguiente: “Queridos Pal y Tony: No, A Ragtime Billy Tucker no se lo ha tragado la tierra, sigue en la ‘Gran Manzana’, Los Ángeles”.
Este término llegó a los oídos de John J. Fitz Gerald, cronista deportivo del New York Morning Telegraph, quien considerando acertado el sobrenombre decidió llamar a su columna sobre hípica «La Gran Manzana», haciendo entonces popularmente conocido el apodo. En el primer artículo donde se mencionaba la palabra fue en la entrada de la crónica hípica del 3 de Mayo de 1921. Otra de las versiones sobre el origen de esta expresión se remite a los músicos de jazz de los años 30s, quienes utilizaban en su argot el término “apple” para referirse a cualquier pueblo o ciudad. De ahí que Nueva York fuese considerada como “the Big Apple”, “La Gran Manzana”