El tronarse los dedos genera dos creencias erróneas, la primera, es que el sonido es causado por el roce de los huesos, mientras que la segunda consiste en que este hábito provoca artritis. Las articulaciones están cubiertas por un líquido viscoso llamado líquido sinovial, que tiene como función lubricar la articulación, cuando la persona se truena el dedo, el hueso se separa, permitiendo que algunas burbujas de gas microscópicas se unan para formar otra más grande. Esta generación de cavidades de gas causadas por la separación momentánea del hueso, es la que provoca el sonido que escuchamos al tronarnos los dedos.
Teóricamente, se puede presumir que tronar constantemente los huesos provoca un desgaste en el cartílago, sin embargo, los estudios realizados para conocer la respuesta a esto no prueban que tronarse los dedos sea una causa de la artritis, en cambio, podría ser una consecuencia de esto. Un científico estadounidense se dedicó a tronarse los dedos de su mano izquierda durante 60 años, mientras que nunca lo hizo con la derecha. En 2009, luego de analizar ambas manos, comprobó que ninguna de las dos sufre de artritis.