Los investigadores dicen que los contagios pueden ocurrir al aire libre, pero las posibilidades se reducen enormemente.
Los motivos:
El aire libre dispersa y diluye el virus.
También ayuda a evaporar las gotitas de líquido en las que se transporta.
Además, la luz solar ultravioleta debería matar cualquier virus que esté al aire libre.
Aun así, hay algunos casos en los que se cree que los contagios se produjeron en el exterior.
La persona infectada también liberará partículas más pequeñas llamadas aerosoles.
En el interior estos pueden acumularse en el aire y ser un peligro, en el exterior deberían dispersarse rápidamente.