El primer ministro británico, Boris Johnson, reveló este viernes que había pruebas de que una nueva variante del Covid-19 descubierta a finales del año pasado podría estar asociada a una mayor mortalidad.
“Hemos sido informados hoy de que, además de propagarse más rápidamente, también parece que hay algunas pruebas de que la nueva variante -que se descubrió por primera vez en Londres y el sureste de Inglaterra- puede estar asociada a un mayor grado de mortalidad”, sostuvo Johnson en rueda de prensa.
Johnson explicó que, debido al impacto de esta nueva variante, el sistema público de salud británico (NHS) está “sometido a una mayor presión”, aunque añadió que las vacunas que se están administrando en el Reino Unido parecen ser efectivas contra ambas cepas (la original y la británica) a juicio de los científicos.
“Hemos sido informados hoy de que, además de expandirse más rápidamente, ahora parece también que hay algunas evidencias de que la nueva variante, identificada en Londres y el sureste, podría estar asociada a un mayor nivel de mortalidad”, dijo el primer ministro británico.
Agregó que los 38,562 pacientes por Covid-19 actualmente en hospitales británicos es una cifra un 78% superior al pico registrado en la primera ola, en abril.