Los guantes de látex son uno de los complementos que no pueden faltar en ninguna cocina. Pero, a pesar de la sensación de limpieza que nos producen, tienen su punto negativo. En el caso de los camareros, deben tocar todos los platos y pueden traspasar el virus. En el caso de las cocinas, estos guantes pueden ser motivo de contaminación cruzada. Es decir, si manipulan el pescado y posteriormente tocan carne o vegetales, transportan las bacterias. Lo mejor en la cocina es lavarse bien las manos y no usar guantes de látex. Otras cosas con las que deberías tener cuidado son los saleros y pimenteros, que pueden llegar a tener más de 11.000 microorganismos. Y las cartas del menú podrían llegar a más de 185 mil.
Además, según un estudio de la Universidad de Sonora, casi el 90 por ciento de los trapos de cocina contenían una bacteria llamada coliforme. Esta se encontró en el 70 por ciento de las mesas estudiadas. Lo mejor es usar papel desechable y desinfectante. Por otro lado, el hielo del restaurante no está todo lo limpio que nos gustaría. Hay bacterias que pueden reproducirse y habitar en las máquinas de hielo, y según una investigación, el hielo puede tener más bacterias que el propio baño del lugar. Asimismo, los platos y cubiertos pueden alojar grandes colonias de microorganismos indeseados si no se lavan adecuadamente. Habría que lavarlos a más de 43 grados y con químicos a base de amonio.