Hay una gran cantidad de opiniones acerca de lo que se debe y no hacer con el pollo, sin embargo hay situaciones sumamente cotidianas que está confirmado son dañinas y hacemos con el pollo.
Descongelar mal el pollo
Por lo general, las personas suelen sacar el pollo del refrigerador y dejarlo descongelar sobre un plato en la cocina durante varias horas. Pese a que es un proceso muy común, está mal, ya que de esta manera primero se descongela la parte exterior y después la interior. Hasta que eso pase, la carne estará en contacto con la temperatura ambiente, lo que ocasionará que las bacterias y microorganismos tóxicos, como la salmonela, se reproduzcan.
Lo mejor será colocar la carne congelada en una bolsa de plástico con cierre hermético y sumergirla en agua fría. Se debe cambiar el agua cada cierto tiempo para que siempre permanezca fría. Otras maneras de descongelar el pollo es meterlo en la parte de abajo de la refrigeradora un día antes de cocinarlo o ponerlo en el microondas y dejar que de un par de vueltas.
Lavar el pollo
El pollo crudo es un alimento que tiene muchas bacterias y que además, es sensible a los cambios de temperatura. Por eso, debes tener cuidado en su manipulación y conservación. Al momento de cocinar esta carne es muy importante que no la laves o la dejes debajo del caño, ya que al hacer esto, en vez de eliminar los microorganismos tóxicos, lo que realmente ocurre es que estos se extiendan por la cocina llegando a contaminar otros alimentos y utensilios.
Condimentar el pollo a último momento
A diferencia de otras carnes, el pollo se debe salpimentar antes de ser cocinado para que los sabores se integren mejor. De esta manera, tu comida sabrá mucho más rica.
Aplastar el pollo
Uno de los errores más comunes al momento de cocinar pollo es presionarlo constantemente con una espátula. Al hacer esto, la carne perderá sabor y una buena textura. “Si lo presionas deja ir jugos que nos interesa que se queden dentro para darle sabor y una buena textura”, manifestó una chef española.