La confianza o el respaldo a la democracia, está ligada a la satisfacción de la gente con la economía de un país, “porque es una manera de decir hasta dónde está satisfecha con su nivel de vida y con el empleo al que accede”, señaló el Consejero Ciro Murayama Rendón al participar en la videoconferencia “El futuro del empleo en México”, como parte de la Cátedra Francisco I. Madero.
El Consejero comentó la conferencia organizada conjuntamente entre el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la cual estuvo a cargo de David Kaplan, especialista de la División de Mercados Laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Murayama refirió que en el estudio de Latinobarómetro hay distintos indicadores que permiten llegar a la conclusión de que, “aquellos países de nuestra región en los cuales hay menor satisfacción con la democracia, también son los países que cuentan con un mayor grado de insatisfacción con la economía”.
Al participar en representación del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, Murayama Rendón precisó que el empleo es la actividad fundamental sin la cual no se explicaría la supervivencia de la especie humana.
“Es aquello que nos permite mantenernos, pero también, es lo que a nivel individual nos define como individuos, nos puede dar identidad y, además, el empleo es ese eslabón a través del cual se conecta la actividad económica en determinado país con el bienestar de su población”.
Mientras no se tenga empleo formal de calidad bien pagado, dijo, las poblaciones viven una vida precaria e insegura y en la medida de que el empleo mejora, también lo hacen las condiciones de vida de la población.
Por ser un asunto que atañe directamente al bienestar de la ciudadanía y a las condiciones estructurales para que la democracia pueda desarrollarse, el INE aborda el tema con un especialista, explicó el Consejero Murayama.
Estamos muy cerca de la peor reducción anual porcentual del empleo
En su intervención, David Kaplan señaló que la crisis sanitaria provocada por la pandemia del Coronavirus ha derivado en una crisis de empleo.
“La crisis de 2009 dejó una cicatriz, los ingresos laborales tal vez nunca se recuperaron y otros conceptos como tasa de contratación, desempleo-subempleo, desempleo, mostraron una recuperación muy lenta y esto se reflejará en un aumento en pobreza laboral, es decir personas sin ingresos laborales suficientes para adquirir la canasta básica”.
Agregó que al comparar mayo de 2019 con mayo de 2020 se presenta una reducción de 4.2% de los empleos formales registrados ante el IMSS. “Estamos muy cerca de la peor reducción anual porcentual de empleo formal, incluso mayor al provocado en la crisis de 2009”.
El especialista del BID detalló que quienes más sufren las consecuencias de esta crisis son los trabajadores de bajos ingresos –que fueron los primeros en perder sus empleos- y los jóvenes, ya que las tasas de empleo de este sector tienen una tendencia a la baja desde el 2008 y ante la crisis están empeorando.
Kaplan también planteo escenarios futuros: “es probable que la crisis sanitaria transitoria deje una cicatriz duradera en el mercado laboral por muchos años”.
Para enfrentar esta crisis, propuso implementar medidas para preservar el empleo, “son fundamentales no para eliminar los efectos negativos de la crisis, pero sí mitigarlos”; fortalecer el Servicio Nacional de Empleo; herramientas para apoyar a los jóvenes y políticas para reactivarlo, ya que de ello dependerá la profundidad y duración de la crisis.
“No podemos conformarnos con una recuperación lenta”, tenemos que promover un mercado laboral hasta que sus indicadores vuelvan a los valores que tenían antes de la crisis.
La videoconferencia fue moderada por el coordinador de la Cátedra, Fernando Castañeda, quien destacó que el empleo es fundamental para la democracia, sobre todo en un escenario en donde se estima la pérdida de al menos un millón de empleos, lo que sin duda va a afectar a la democracia y muchos aspectos de la vida de las personas.