Aunque México está en fase 3 de la pandemia por el COVID-19, el gobierno de Estados Unidos e importantes empresas manufactureras con capital estadounidense están presionando para que sus fábricas no se cierren y no se rompan las cadenas de suministro de productos necesarios en Estados Unidos.
El problema
Muchas empresas no esenciales para México son consideradas esenciales para la economía y seguridad nacional estadounidense. Por eso, el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, sigue pidiendo a las autoridades mexicanas que autoricen que estas empresas sigan operando.
Lo peor
Landau ha dicho que, si México no responde a las necesidades estadounidenses, estas empresas se tendrían que ir a otro país y con ello se perderían muchísimos empleos en México.