Hace 105 años nació uno de los poetas más importantes del siglo XX en Latinoamérica, el mexicano Efraín Huerta, quien además se dedicó al periodismo.
Destinado a ser abogado como su padre y hermanos, Efraín decidió cambiar el rumbo y se dedicó a su pasión: la literatura.
Reconocido por ser creador de los poemínimos, breves composiciones que mostraba la chispa, el humor y la creatividad de Huerta.
Asimismo, fue galardonado por su trayectoria en La Habana, Cuba con el premio “Casa de las Américas”, en Francia con las “Palmas Académicas”, mientras en México recibió el Premio de Poesía Nacional y el Premio de Periodismo Nacional.
Colaboró con más de 40 periódicos y revistas, y perteneció a la generación de taller junto a Octavio Paz, Rafael Solana, entre otros.
Entre sus influencias en la escritura destaca Juan Ramón, la Generación del 27, Los Contemporáneos y Pablo Neruda.
Apodado “El gran cocodrilo”, la literatura de Huerta demostró el optimismo amoroso que tenía y la redención del hombre.
Y en sus obras vemos como conjuga el amor, soledad, protesta política con una sutileza verbal, humor y una enérgica expresión coloquial.
Entre sus obras famosas son Los hombres del alba, Rosa primitiva, Poemas prohibidos y de amor.
En sus últimos años, Huerta viajó por Estados Unidos y Europa.