Hace días circuló la noticia de un pequeño bebé, Noah Tindle, que fue contagiado durante su bautizo de herpes simple (HSV-1) en su ojito después de recibir varios besos por parte de los invitados.
Y fue a través de su cuenta de Facebook que la mamá de Noah decidió compartir su historia para generar conciencia en las personas de no besar a los bebés ya que aún carecen de defensas para protegerse.
En la carta detalló que días después del bautizo, observó el ojo de su bebé inflamado y posteriormente lo llevó a hospitalizar.
Asimismo, informó sobre los dos meses y medios que duró su pequeño en el hospital por las diversas pruebas para concluir que se había contagiado del virus.
Pues este se encontraba en su párpado y lograron detectarlo a tiempo de lo contrario pudo haber perdido el ojo.
El herpes simple no es un peligro para los adultos, sin embargo en los bebés puede ser mortal y se le conoce como “el beso de la muerte”.