Germán Martínez Cazáres renunció a la presidencia del gobierno del IMSS, mediante una carta indicó que algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda “tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servios de salud que tiene el Seguro Social”.
Añadió que el instituto merece una reforma estructural y legal y no solo una pequeña reforma reglamentaria, ya que la cuarta transformación no deben ser cambios burocráticos sino una revolución cultural.
“Necesitamos una reforma al IMSS para acoplarlo al sistema universal de salud y al modelo preventivo, donde se ataquen los determinantes sociales de la salud”.
Consideró que algunos funcionarios de hacienda pretenden una remodelación cosmética del IMSS, pero muchos trabajadores siguen sin certeza laboral, contrato y las vacantes aumentan, además hay rezago en infraestructura.